Llovía a
cántaros, aunque eso no extrañaba a la gente local porque en Noviembre era algo
habitual. Sin embargo, había una joven muchacha que había desafiado a los
elementos y se había alejado del pueblo. Se encontraba en una encrucijada
interior, era uno de esos días en los que uno siente que necesita hacer algo
diferente, algo trascendental. En cuanto hubo terminado de comer con sus
padres, Helena se preparó una pequeña mochila con el material que juzgó
importante, se abrigó a conciencia y se despidió de ellos, dejándolos con la
boca abierta en el vano de la puerta, viendo cómo se alejaba bajo aquella
intensa cortina de agua.
No había pensado
mucho qué iba a hacer, tan sólo sabía que necesitaba pasear, y alejarse un poco
del mundo "real". No le preocupaba el agua, de hecho prefería pasear
bajo la lluvia, pero tampoco quería empaparse y pillar una neumonía, ya que el
día siguiente tenía que madrugar para ir al trabajo, y en su trabajo siempre
había que estar con una sonrisa. Decidió pues encaminarse hacia un diminuto
hayedo que se encontraba a un par de kilómetros del pueblo. Aquel hayedo no
podía considerarse un bosque, pero era lo suficientemente grande como para
pasear un rato sin pasar dos veces por el mismo sitio.
En cuanto Helena
llegó al hayedo, la lluvia dejó de caer con tanta fiereza, casi como si
estuviera respetando aquel suelo sagrado en el que se alzaban aquellos majestuosos
árboles, aunque la joven no se percató de ello al instante. Decidió hacer una
parada en un tronco caído junto a una inmensa roca tras la que podía
parapetarse y evitar el envite de las aguas. Sacó de uno de los bolsillos
exteriores de la mochila una pequeña cantimplora y bebió un poco de agua,
mientras miraba, asombrada, el efecto de la lluvia en aquel bosquecillo. Los
árboles parecían estar más vivos, y cada vez que inhalaba, se respiraba ese
olor especial de las tormentas, a tierra húmeda, a vida. Pequeños núcleos de diminutas
aves se escondían entre las ovaladas hojas de los árboles, para que sus plumas
no se humedecieran y así evitar coger frío.
1 comentario:
me gusta, cuando quieras puedes continúar...
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