Salió
corriendo de entre los árboles, trastabillándose al enredarse en una raíz que
sobresalía un poco más de la cuenta. Jadeaba y apenas podía respirar. Su pecho
se hinchaba y se desinflaba a un ritmo frenético, pero todavía más veloz corría
su corazón. Había entrado en el Bosque de las Ánimas por una apuesta, pensando
que no habría nada que pudiera asustarla, y encontró algo que podía lastimarla.
Que la había lastimado, y que quizá volviera a hacerlo. No pensaba con
claridad. No pensaba en absoluto, porque su instinto de supervivencia había
cogido las riendas, adormeciendo su parte más racional. Un destello salvaje,
apenas un leve brillo prendía en su mirada, buscando la salida más cercana de
aquella nube de oscuridad que lo cubría todo.
Todo
empezó la tarde anterior, un Sábado normal y corriente, de no haber sido porque
nadie tenía que trabajar y habían quedado todos allí: Leo, Dani, Marc, "el
Pelos", Lucía, Dev y Alicia. Habían empezado la fiesta temprano y habían
terminado jugando a un juego que jugaban los adolescentes en la zona, aunque
ellos ya estaban bastante creciditos como para ser llamados así. En esa parte
de la península, todavía quedaba un sabor de la España antigua, dada a los
rumores y a la magia, y entregada a los secretos. Y concretamente allí, en
aquél pueblo del Moncayo, las leyendas y el día a día se daban la mano como
viejos amigos. Algunos mayores decían que el Moncayo era mágico, y, aunque eran
escépticos y no creían en brujas y "esas chorradas", sí creían en esa
magia que brotaba de la entrañas de la montaña. Los días de niebla, la gente
intentaba no salir a la calle, y cuando preguntabas, nadie admitía lo que todos
pensaban: estaban aterrados. La niebla en Moncayo siempre había acompañado a
las desapariciones, como si la montaña quisiera cubrir sus jugadas, y evitar
miradas extrañas.
Pues bien, el
juego al que jugaban era similar al típico "Verdad o Reto", pero las
reglas eran un poco más tétricas. Las verdades consistían en las historias más
aterradoras que uno había vivido, que os aseguro, que en esta zona, son muchas,
y los retos, eran auténticas pruebas de valor, y no esas pijotadas de ciudad.
Dev y Leo habían contado un episodio especialmente aterrador que les había
pasado el verano anterior, cuando estaban saliendo juntos, y pasaron unos días
en la Torre de la Bruja, una pequeña propiedad que la familia de Leo tenía
cerca de Litago. Para no aburriros mucho, os haré un resumen: Hubo corte de
luz, fuego, escalofríos, voces y objetos que se movían solos. Aunque lo más
aterrador, según nuestros testigos, era la sonora carcajada que sonó para
concluir aquél episodio de terror intenso. Todos estaban un poco achispados,
pero, a pesar de eso, al escuchar la historia, una gota de sudor recorría su
espalda, señal de la tensión que estaban soportando.
La única
excepción era Alicia, que no bebía nunca desde que sufrió el accidente en el
que murió su prometido, del que nunca hablaba. Se había vuelto totalmente
escéptica y racional, y parecía que nada podía darle miedo. El resto del grupo
la protegió durante mucho tiempo, intentando animarla para que dejara de pensar
en aquél terrible y trágico incidente, pero ahora se reían de ella por esa
actitud tan infantil. No se referían a la férrea convicción de Alicia de que
los sucesos extraños tenían una explicación lógica, no. Lo que consideraban
infantil era negar el miedo que producían según qué sensaciones. Ellos lo
sabían, sabían en lo más profundo de sus corazones que negar un miedo tan
visceral como aquél no podía traer nada bueno, así que quisieron darle una
lección de humildad a Alicia, y, cuando ella, que no tenía historias tétricas
que contar, eligió el reto, la enviaron derecha a la historia de miedo más
terrible que iba a vivir en su corta vida. La enviaron al Bosque de las Ánimas
la noche de las Brujas, la noche de Halloween.
P.D. Si queréis saber qué encontró Alicia en el Bosque de las Ánimas,
al menos seis personas diferentes tienen que comentar esta entrada.
5 comentarios:
Me encanta :)
Me alegro de que te guste ;D.
Y ya falta un comentario menos, venga, venga, ¡animaos!
Bua, interesantísimo! Me ha gustado mucho esta primera parte de la historia.
Ya van dos comentarios de tus seguidores ;)
Un saludo!
está genial...ahí va el tercer comentario ;)
Me alegro de que os guste^^.
Esperemos que la continuación, cuando llegue, os parezca al menos igual de entretenida ;D.
¡Y muchas gracias por los comentarios!
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